6.8.11

¿ah?

Buscarte en un lugar que no conocés, que no entendés.
Ya fue, pensaste. Pensaste que iba a ser como con los colectivos, como con las calles, que eventualmente ibas a subirte al trencito.
Te imaginaste un montón de cosas, te sobreestimaste, creíste que ibas a poder, que la inercia iba a bancar mucho más, que iba a empujar con más potencia. Te olvidaste de las fuerzas de rozamiento, supusiste que todavía no, que ahora no, que a vos no.
Y entonces buscarte en un lugar que no conocés, que no entendés, es desesperante, agobiante, desgastante, sin sentido. Y querés dejar, te querés bajar de lo que sea a lo que estás subida, querés ser un cliché (dejó de importarte hace mucho): querés que te escuchen gritar PAREN EL MUNDO, ME QUIERO BAJAR. Pero por más que lo grites, no, no va a parar.
Estás segura de que en algún momento vas a entender en qué esquina estás, pero sabés que falta mucho, más de lo que quisieras, más allá del límite que conocés. Sabés que el mareo va a ser más y más intenso. No sabés qué decir, qué ponerte, cómo actuar, cuándo reírte, cuándo llorar.
Sabés que el mareo te va a hacer vomitar.
La pucha, pensás, pocas cosas tan angustiantes como vomitar.

1 comentario:

Ines table dijo...

lo que sentí hace exactamente 2 días :|